Aunque todos tenemos nuestra forma de acariciar, existen variantes que pueden resultar muy agradables y ayudarnos a aportar eso que tanto nos gusta para salir de la rutina, he aquí algunas ideas:
1. Usen distintas partes del cuerpo, los pies, el vientre, las nalgas son áreas poco utilizadas para acariciar pero que pueden proveer sensaciones muy placenteras para ambos.
2. Temperatura: quizás hemos incorporado ya los conocidos cubitos de hielo, pero hay otras cosas más sutiles que pueden ser interesantes, un trozo de fruta fría por ejemplo, ofrece una temperatura menos agresiva y además una distinta textura, beber algo frío o caliente justo antes de usar la lengua también aporta sensaciones variadas, incluso chupar un caramelo de menta, utilizar algo húmedo y luego soplar sobre la zona también efectúa un cambio interesante.
3. Textura. incorporar artículos de seda, acariciar sobre la ropa, utilizar como base una superficie lisa, plumas y cualquier otro elemento que puedan agregar genera una variedad de sensaciones que se disfruta.
Lo importante es probar por si mismos nuevas experiencias y buscar aquello que más les va según sus gustos. Es importante recordar sin embargo, que todo lo que utilicen debe estar muy limpio y además no debería dejar ningún tipo de sustancia extraña en los genitales pues pudiera ocasionar una reacción desagradable, en tal caso usénlo solo a nivel externo.
Otro tip interesante sobre esto de probar distintas caricias es que permite prolongar el tiempo de disfrute en la pareja, además de que les relaja y divierte, lo que contribuye a disminuir los problemas de eyaculación precoz, pues la ansiedad baja y los estímulos se dan de forma mucho más gradual.
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