lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Qué es el fetichismo?

Dentro de la sexología el fetichismo puede definirse básicamente como la tendencia a excitarse e incluso lograr el orgasmo a través de un objeto, substancia o parte del cuerpo en particular. Cabe destacar que la excitación a través de objetos es algo común. Por ejemplo, cuando un hombre disfruta de la lencería de su pareja, o cuando una chica se siente especialmente atraída por un chico debido a que luce uniforme militar. Sin embargo, el fetichista se diferencia debido a que en su proceso de excitación el objeto llega a ser más importante que la persona en si, de hecho tiende a practicarse en solitario pues la presencia del otro puede ser opcional. 

Tiene algo de malo? 

Siempre y cuando la actividad no dañe la salud o tenga consecuencias sobre la vida social y laboral del individuo el fetiche por si mismo no tiene nada de malo, lo que es más la inclusión de nuevos objetos puede aportar muy buenos elementos a la relación. Sin embargo, es bueno tomar en cuenta las siguientes recomendaciones: 

1. Aunque el uso del fetiche pueda ser muy satisfactorio no reemplaza a la pareja, nadie debería dejar de vivir las experiencias que derivan de una buena relación entre dos personas. 

2. Si estás en una relación recuerda que el otro también cuenta, sería injusto esperar que nuestra pareja siempre tenga que someterse al uso de ciertos objetos como única forma de disfrutar del sexo, no solo es posible que la otra persona se sienta en cierta forma reemplazada, sino que además sus propias necesidades están quedando fuera. Por lo tanto trata de ser equilibrado, si sencillamente no puedes tener éxito a menos de que incluyas el fetiche es necesario buscar ayuda. Esto se hace particularmente evidente cuando los fetiches son muy elaborados, imagínate por ejemplo que tu pareja tenga que disfrazarse o salir de casa cada vez que hagan el amor, puede llegar el momento en que esto se haga estresante. 

Finalmente, la fantasía y la variedad son elementos muy positivos dentro de la vida sexual, pero como todas las cosas es necesario establecer un equilibrio que permita el disfrute equitativo de la pareja de manera sana.

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