Existen varios elementos que debes considerar, a continuación se presentan algunos de ellos.
El material: la oferta del mercado en este aspecto es bastante amplia, normalmente se recomienda el uso de materiales no porosos pues son más fáciles de lavar y por ende no corres riesgos de infección por hongos o una mala higiene, entre esos están el silicón, vidrio, acero inoxidable, entre otros, existe la desventaja de que suelen ser fríos al tacto -por lo menos al principio- y carecen de la suavidad real de la piel del pene.
Por otro lado, existen juguetes de gelatina, jelly y otros materiales flexibles, esos tienen una temperatura y textura más agradable e incluso pueden doblarse a gusto, suelen usarse cuando se busca la apariencia real del pene. Su desventaja es que pueden ser más complicados de lavar y su duración es menor.
En cuanto al tamaño, también existe variedad todo depende para que se quiera, los hay desde muy pequeñitos solo para estimular el clítoris u otras partes del cuerpo, hasta otros mucho más grandes, por lo general se recomienda comenzar con uno medianamente pequeño hasta encontrar el ideal para cada quien. Toma en cuenta que si buscas un juguete para sexo anal existen alternativas específicas para ello que son mucho más recomendables que un juguete general.
Fuera de eso la variedad es mucha, los hay con múltiples estilos de vibración, con baterías o eléctricos, en fin, lo ideal es que vayas a una tienda especializada y revises con calma hasta encontrar lo que mejor se adapta a tus gustos y los de tu pareja.
Atención: prefiere el uso de materiales antialérgicos de fácil lavado y que no contengan químicos que puedan desprenderse y quedar dentro de tu cuerpo, por lo que es preferible comprar productos de calidad en un establecimiento confiable.
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