Totalmente falso, si bien es cierto que los efectos del alcohol pueden ocasionar que las personas se desinhiban y estén más abiertas a tener sexo o probar cosas nuevas dentro de la sexualidad, la verdad es que el alcohol disminuye considerablemente el estado de alerta del cerebro, que es de hecho es el órgano más importante durante el acto sexual.
Físicamente hablando, el sexo es básicamente una cuestión de hormonas, y es el cerebro quien controla ese juego hormonal según van ocurriendo e intensificándose los estímulos Por lo tanto, la presencia del licor solo hará que esta actividad natural tenga mayores dificultades.
Otros elementos tales como la circulación sanguínea también se ven afectados debido al alcohol, eso puede producir que incluso cantidades relativamente moderadas de licor disminuyan el rendimiento sexual.
Con esto, no pretendemos decir que esa copita de vino que tomó en la cena con su pareja le va a arruinar la noche, pero si es recomendable vigilar que el consumo de alcohol sea moderado si se pretende disfrutar de un placer mayor.
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